La mujer y el hombre. No son desiguales ni pueden ser iguales. Son únicos.
La dependencia de las mujeres que siente cualquier hombre le hace reaccionar de tal manera que intenta manipular a la mujer como si fuese su esclava, una esclava espiritual. También tiene miedo porque es hermosa. Es hermosa no sólo para él, sino para cualquiera que la mire y cualquiera que esté en contacto con ella. En la mente machista y egoísta surge una gran envidia. El hombre ha hecho con las mujeres lo que Maquiavelo le propone a los políticos; el matrimonio también es política. Maquiavelo sugiere que la mejor defensa es una ofensa, y el hombre ha utilizado esta idea desde hace siglos.... siglos antes de que Maquiavelo reconociese que era un hecho básico en todas las esferas políticas. Siempre que exista algún tipo de dominación, la ofensa será inevitablemente la mejor defensa. Al defenderte, ya estás perdiendo terreno; ya has aceptado estar en el lado de los derrotados. Estás protegiéndote.
En el fondo, el hombre es consciente del hecho de que la mujer tiene algo que él no tiene. En primer lugar, la mujer le resulta atractiva, es hermosa. Se enamora de ella, la mujer se convierte casi en una adicción.... y ahí es donde surge el problema.
Las mujeres son mujeres, y los hombres, hombres; no se trata de hacer comparaciones. La igualdad no viene al caso. No son desiguales ni pueden ser iguales. Son únicos.
El hombre no está en mejor situación que la mujer en cuanto a experiencias religiosas. Pero tiene una cualidad, y es la del guerrero. En cuanto se le desafía puede desarrollar todo tipo de cualidades. Puede desarrollar mejor incluso las cualidades femeninas. Su espíritu de lucha equilibra las cosas. Estas cualidades son intrínsecas a las mujeres. El hombre sólo necesita ser provocado, desafiado: no has recibido estas cualidades, debes ganártelas. Si el hombre y la mujer pueden vivir estas cualidades, llegará pronto un día en el que podamos transformar el mundo en un paraíso.
Osho . El libro del hombre
El hombre no está en mejor situación que la mujer en cuanto a experiencias religiosas. Pero tiene una cualidad, y es la del guerrero. En cuanto se le desafía puede desarrollar todo tipo de cualidades. Puede desarrollar mejor incluso las cualidades femeninas. Su espíritu de lucha equilibra las cosas. Estas cualidades son intrínsecas a las mujeres. El hombre sólo necesita ser provocado, desafiado: no has recibido estas cualidades, debes ganártelas. Si el hombre y la mujer pueden vivir estas cualidades, llegará pronto un día en el que podamos transformar el mundo en un paraíso.
Osho . El libro del hombre
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